En la imagen la famosa Dra. Nayana Patel (derecha), asistida por el Dr. Harsha Vhadarka, están realizando una transferencia embrionaria a una mujer de la India. Tras la firma del contrato y justo en este momento, se inicia el proceso de expropiación del cuerpo de esta mujer.
Supongo que la mujer debe estar pensando que su cuerpo no le pertenece, que su cuerpo no es ella, que su cuerpo es el único recurso que le queda para sacar adelante a su familia, que su cuerpo y su vida son y están para el servicio de otros, supongo que así será más fácil soportar el hecho de que la criatura que engendrará tampoco será suya.
De esta mujer no sabemos el nombre porque no aparece en la descripción de la imagen en la fuente original y esto es así porque ella no importa a nadie, de hecho, si no fuera ella, sería otra mujer empobrecida de cualquier parte del planeta la cosificada, explotada y herida.
No hay amor aquí señores compradores, solo el libre mercado de los deseos, en una cultura hedonista y egoica.
Estas mujeres son las proletarias reproductivas del s. XXI, expropiadas de su cuerpo, de su dignidad y derechos humanos, de sus criaturas: fábricas de bebés para las élites.
De hecho, el término proletariado, originario de la Roma imperial, se refería a los proletarii, ciudadanos de la clase más baja, los Capite censi, que no tenían propiedades y solamente podían aportar prole (hijos e hijas) para engrosar los ejércitos del imperio.
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